VENTAJAS DE OBEDECER O SOMETERSE A DIOS
Santiago
4:7; (…) Someteos, pues, a Dios;
resistid al diablo, y huirá de vosotros (…).
Es
interesante escuchar a cristianos resistiendo al diablo, ordenándole que quite
las manos de sus vidas (salud, finanzas, depresiones, ataduras mentales, etc.),
haciendo guerras espirituales y clamando a Dios por Su protección y favor, pero
no conocen ni meditan las claras instrucciones que en varios pasajes de la
Biblia nos dejó establecidas nuestro Padre, en relación a la forma como
debemos enfrentar y vencer los ataques del enemigo diablo.
El
pueblo judío vagó 40 años en el desierto y la mayoría de los que originalmente
salieron de la esclavitud de Egipto, murieron en la travesía y Dios mismo
aclaró porqué les sucedió esto. POR FALTA DE
CONOCIMIENTO de SU PALABRA.
Oseas
4:6; (…) Mi pueblo fue destruido, porque
le faltó conocimiento (…).
Para
poder resistir y vencer al diablo en todas sus formas de ataque a nuestras
vidas, PRIMERO debemos SOMETERNOS (OBEDECER) A DIOS, pero para ello, debemos conocer
lo que nos dejó establecido en Su palabra, para cualquier circunstancia de
nuestras vidas.
Es
absurdo pensar que Dios nos puede respaldar y apoyar cuando estamos en franca
desobediencia de Su palabra y por ello mismo separados de EL.
Algunos
ejemplos de no obedecer a Dios son.
ü
Vivir
en pareja sin legalizar la unión ante Dios (se llama fornicación)
ü
Tener
pareja aparte del matrimonio (adulterio)
üTener relaciones homosexuales
ü
Tener
rencor permanente a otra persona
ü
No
perdonar
ü
Tener
envidias
ü
Ser
borracho
Etc.,
Etc.
Si
dejamos esas prácticas, nos humillamos y le pedimos perdón a Dios, Él es fiel y
justo para perdonarnos y volvemos a tener Su protección. Entonces nos exaltará, nos levantará y
nuestra vida vuelve at tener significado pudiendo resistir al diablo con la
certeza de que huirá de nosotros.
1 Juan 1:9; (…)
Pero
si reconocemos ante Dios que hemos
pecado, podemos estar seguros de que él, que es justo, nos perdonará y nos
limpiará de toda maldad (…)
Santiago 4:10; (…) Humillaos
delante del Señor, y él os exaltará (…).
Bendiciones
Pablo José
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