LA LETRA MATA, PERO EL ESPÍRITU VIVIFICA

 ESPÍRITU SANTO ILUMÍNAME, DECÍA MI MAMÁ

Jesús nos dejó la mejor ayuda posible para todas nuestras situaciones en esta vida terrenal. Al Santo Espíritu de Dios. Él es nuestro auxilio en cualquier tribulación. Es nuestro guía, soporte, fuerza, apoyo, consolador y el único que nos permitirá superar cualquier situación difícil que afrontemos en esta vida.

Proverbios 18:14;

Versión Reina Valera

(…) El espíritu humano sostiene al enfermo, pero al espíritu angustiado, ¿quién lo sostiene? (…)

Versión biblia Amplificada

(…) El espíritu fuerte de un hombre lo sostiene durante el dolor corporal o los problemas, pero a un espíritu débil y quebrantado, ¿Quién podrá levantarlo o sostenerlo? (…)  

 Un hijo de Dios debe conocer a Su ayudador, compartir a diario con El, utilizarlo para cualquier circunstancia, pues siempre estará dispuesto para el que lo busca de corazón.

 (…) Él es el tipo de auxilio y consolación en nuestros tiempos de tribulación, el que mantiene a un hombre (mujer) sobre sus pies, cuando por sí mismo hubiera colapsado. Es el consuelo que nos permite pasar de nuestro punto de quiebre a uno inquebrantable. Es aquel que llamamos para ayudarnos en aquellas situaciones en que nosotros mismos, no podemos hacerles frente. El Espíritu Santo nos exhorta a pensamientos nobles y a mayores y mejores obras (…). William Barclay.

Fue una promesa de nuestro amado Señor Jesús:

Juan 14:16-17; (…) Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Consolador, para que esté con ustedes para siempre: es decir, el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir porque no lo ve, ni lo conoce; pero ustedes lo conocen, porque permanece con ustedes, y estará en ustedes (…).

Y si, siempre responde. Yo lo uso con frecuencia y nunca me ha fallado. Recuerdo a mi mamá en Cúcuta pidiendo su ayuda con esta frase recurrente, que me quedó grabada desde niño: “Espíritu Santo ilumíname”.

Bendiciones

Pablo José