EL PERDÓN

El perdón no es un sentimiento, es una decisión.

Efesios 4:32

"Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo".

ü  La palabra perdón viene del griego aphiemi y significa despedir, quitar, alejar o apartar.

ü  El propósito del perdón es desalojar la ofensa del pecador.

ü  Perdonar es desatar o soltar con voluntad, el perdón, la reconciliación, la paz y la armonía, hacia el ofensor.

ü  Perdonar es sinónimo de remitir y es contrario a retener.

En Juan 20:23 Jesús les dijo a sus discípulos

"A quienes remitieres los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuvieres, les son retenidos".

ü  La palabra retener viene del griego Krateo y significa "sujetar, guardar, atar, tener".

ü  Nuestro deber es remitir o enviar el perdón a nuestro ofensor, pero si el ofensor no se arrepiente de corazón, su pecado queda retenido, atado a él.

ü  La palabra remitir viene del griego Aphesis y significa "Libertad".

ü  Cuando usted perdona, queda en completa libertad con su ofensor.

Perdonar produce libertad emocional en el otro y en mi vida. Las heridas del alma se sanan con el bálsamo del dialogo y el perdón que conduce a la reconciliación.

¿Por qué el perdonar a otro sana las heridas? Porque:

a. El herido está atado a su pasado y no puede vivir en el presente. El perdón lo trae al presente.

b. El herido sigue atado a la gente del pasado. El no perdonar lo retiene a la otra persona en su pecado. Al perdonar me libero yo y lo libero a él también.

Si perdonamos nos asemejamos a Dios, pero si retenemos el perdón nos asemejamos al que nos hirió.

Hay un refrán que dice "el tiempo lo cura todo", pero en realidad depende que cosas cura, porque en cuanto al rencor (sin perdonar), el correr del tiempo no le soluciona nada, simplemente acelera nuestro tormento.

El perdón no es un sentimiento sino una decisión. Perdonarnos y perdonar produce sanidad mental y física. Se ha comprobado que la preocupación y el miedo atacan al hígado; que la angustia y la ansiedad afectan la piel; que la vejiga es atacada por el odio y el rencor; que las amarguras y resentimientos influyen en el reumatismo y la artritis; y que los nervios son lesionados por choques emocionales.

Cuando el apóstol Pablo dice que debemos “perdonarnos unos a otros”, lo dice para que nuestro cuerpo sea curado de estos males y afecciones.

Todo el perdón divino y humano parte de la cruz del calvario. En Isaías 43:25 estaba profetizado el perdón de Dios,

"Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mi mismo, y no me acordaré de tus pecados",

y la noche antes de que Cristo muriera en la cruz, les dijo a sus discípulos,

"porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados".

Si unimos estos dos pasajes, se observa lo que aprendemos del perdón.

Isaías dice que las rebeliones están escritas o grabadas en la mente de Dios, pero al lado de su mente está el borrador de las rebeliones que según Mateo es la sangre del nuevo pacto.

¿Qué hizo Dios el día que usted creyó en el sacrificio voluntario de Cristo?

Borró con la sangre de Cristo sus rebeliones y no sólo “borró de su mente esas rebeliones” sino que también “se olvidó de sus pecados” pues, El prometió que nunca más se acordaría de sus pecados.

Cuando usted se arrepiente de corazón y le pide perdón a Dios por las faltas cometidas, invocando ante el Padre los méritos que hizo Jesús en la cruz del calvario, sus rebeliones o transgresiones o pecados aparte de ser perdonados, son BORRADOS de la mente de Dios y todas sus faltas son OLVIDADAS.

El perdón y el pecado están íntimamente ligados. Si no hay pecado no hay motivo para el perdón y si no hay perdón ningún pecado es perdonado.

En la cruz del calvario, Dios tomó muy en serio el acto del perdón y el apóstol Pablo dice que debemos hacer un acto del perdón y perdonarnos unos a otros, como Dios también nos perdonó en Cristo.

Aquí hay dos tipos de perdón: el divino y el humano.

¿Cuál es la diferencia entre el uno y el otro?

El perdón humano pasa por alto la ofensa y el divino lo olvida para siempre.

¿Qué no es perdonar?

a.  No es justificar mi comportamiento negativo y el de los demás. El perdón no justifica el maltrato, la agresión, la traición y la deshonestidad.

b. No excluye que se tomen medidas para cambiar la situación o proteger los derechos propios

c. No niega o hace caso omiso de la rabia y del resentimiento que se siente

d. No admite una actitud de superioridad del que perdona

e. No implica que se tenga que sonreír o llamar de nuevo al ofensor

¿Qué es perdonar?

a. Es una decisión de ir a la persona ofensora y decirle que la perdona. Al perdonar hacemos una elección de beneficio espiritual para ambas personas.

b. Es una expresión de misericordia al ofensor, sin esperar nada a cambio.

c. Es un proceso, porque vamos cambiando nuestras actitudes a medida que vamos practicando el arte del perdón.

d. Es una actitud que nos permite tomar el control de nuestras emociones

e. Es un estilo de vida, porque a través del perdón vivimos amando, comprendiendo y construyendo un ambiente mejor

f. Es un acto de liberación, porque nos saca de la prisión del odio y rompe las cadenas del rencor

g. Es una sanación interior porque produce la sanación física.

¿Qué es necesario para perdonar?

Mateo 18:21-35 nos enseña el espíritu perdonador, que está compuesto por dos elementos:

a. Conciencia del propio pecado personal. Cada uno de nosotros es también un pecador que comete ofensas y pecados, principalmente contra Dios

b. Un deseo personal de perdonar. Al tener presente lo anterior y haber experimentado el perdón divino, es necesaria una decisión personal, así como Dios tomó la decisión de perdonar a los pecadores que le habíamos ofendido grandemente.

Después de esta palabra de DIOS, ¿va usted a PERDONAR cualquier ofensa que haya recibido?

Adelante, dé el paso en FE, que el Espíritu Santo le ayuda en ese propósito. Quítese ese PESO de encima, no espere más.

Bendiciones.

Pablo José