AMARREMOS BIEN AL DIABLO
Los
cristianos que hemos estudiado la palabra de Dios, encontramos un versículo específico
que nos ordena resistir al diablo y hacerlo huir de nuestras
vidas, cesando sus ataques.
Lamentablemente,
la mayoría de nosotros usamos como loros mojados ese versículo y comandamos (ordenamos), diciéndole más o menos al problema que afrontamos, lo siguiente
“Te ato y resisto satanás en el nombre de Jesús”. Deja mi cuerpo en paz ahora o,
quita las manos de mi billetera, o lo que sea que nos esté atormentando. Pero,
no se va el problema, ni la enfermedad, ni se arregla la situación que me
agobia. Veamos el versículo:
Santiago
4:7
Versión
Reina Valera (…) Someteos,
pues, a Dios;
resistid al diablo, y huirá de vosotros (…).
Lenguaje sencillo: (…) Por eso, obedezcan a Dios. Háganle frente al
diablo, y él huirá de ustedes (…).
¿Qué nos pasa entonces?
Si analizamos la escritura
encontramos un condicional antes de
que le hagamos resistencia al diablo en sus ataques. Jesús nos dijo que
previamente debemos obedecer a Dios o
someternos a Dios.
Ahora bien, ¿Qué
es sometimiento?
Proviene del verbo someter y éste del latín submitto.
Este verbo lo componen:
ü El
prefijo sub- que significa debajo y,
ü El
verbo mitto cuyo significado es enviar, mandar.
Su significado es poner
debajo, subordinar, hacer ceder ante, hacer bajar, bajar.
Para formar el sustantivo se le añade el sufijo –miento derivado del latín mentum que
indica instrumento, medio o resultado.
De este modo, se puede considerar como el concepto
original de este vocablo, lo siguiente:
Sometimiento
= Resultado de ser puesto debajo, de ser subordinado.
Esto
nos indica que por más que resistamos al diablo en sus ataques, no lograremos
resultados si nuestra vida, corazón, acciones, no están subordinadas
a lo que Jesús nos manda en Su palabra, como nuestro Señor y modelo de vida
(MAESTRO). En otras palabras, si no estamos permanentemente en actitud de
sumisión y reverencia a los pies de Cristo.
Veamos
algunos ejemplos de lo que Jesús nos manda que hagamos si
verdaderamente somos sus discípulos y le manifestamos al recibirlo
en nuestras vidas que estaríamos sometidos a ÉL:
Lucas 14:26
«Si
alguno de ustedes quiere ser mi discípulo, tendrá que amarme más que a su padre
o a su madre, más que a su esposa o a sus hijos, y más que a sus hermanos o a
sus hermanas. Ustedes no pueden seguirme, a menos que me amen más
que a su propia vida.
Juan
14:21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me
ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
Juan 15:17
Esto os
mando: Que os améis unos a otros.
Marcos 11:25
Y cuando
estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que
también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras
ofensas.
Lucas 6:37
No
juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis
condenados; perdonad, y seréis perdonados.
1 Pedro 3:7
Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer
como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la
vida, para que vuestras oraciones no
tengan estorbo.
Santiago 1:6-7 Pero pida con fe, no dudando nada; porque
el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por
el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del
Señor.
Efesios 6:2-3 Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer
mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la
tierra.
Romanos 8:6
Si
vivimos pensando en todo lo malo que nuestros cuerpos desean, entonces
quedaremos separados de Dios. Pero si pensamos sólo en lo que desea
el Espíritu Santo, entonces tendremos vida eterna y paz.
Romanos 9:1 Yo
creo en Jesucristo, y por eso digo la verdad.
Efesios 4:30
No hagan
que se ponga triste el Espíritu Santo de Dios, que es como un sello
de identidad que Dios puso en ustedes
Efesios 5:18
No se
emborrachen, pues perderán el control de sus actos. Más bien,
permitan que sea el Espíritu Santo quien los llene y los controle.
Romanos
13:1 Sométase toda persona a las autoridades superiores;
porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido
establecidas.
Mateo 5:44
Pero yo
os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a
los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
1 Timoteo 2:2-3 Recomiendo que se ore por los gobernantes y por todas las
autoridades, para que podamos vivir en paz y tranquilos, obedeciendo a Dios
y llevándonos bien con los demás. Esta clase de oración es buena y
le agrada a Dios, nuestro Salvador;
Y así
sigue toda la Biblia, dándonos las instrucciones de cómo vivir agradando a Dios,
siendo obedientes a Su palabra, para poder ser sus verdaderos discípulos,
logrando de esa manera resistir efectivamente los ataques del maligno en
nuestras vidas.
Hay
un chiste cristiano que por algo se volvió popular. Se refiere a que los
cristianos mantienen atando al diablo para que no les moleste sus vidas. “Te ato satanás “, mantienen algunos
diciendo, cada vez que sienten un ataque en algún área. El chiste dice “Los
cristianos son malísimos haciendo nudos, porque el diablo cada rato se les desata
y los apalea duro”.
Nuestro
Dios quiere que aprendamos a hacer nudos para que el diablo no se nos suelte. Ahí
está la receta para que huya cuando lo resistimos.
Bendiciones
Pablo
José
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