NO PERMITA. USE SU AUTORIDAD EN CRISTO.

A veces los cristianos ganamos una batalla, y bajamos la guardia, pero el diablo ataca, y contraataca, lo cual no debe sorprendernos pues sabemos que ese es su trabajo. Si ganamos una vez, podemos ganar la segunda vez. Lo único que debemos hacer es volverlo a resistir. Debemos ser conscientes de nuestra autoridad espiritual.

Mateo 16:19; (…) Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos (…).

La Biblia en Lenguaje Sencillo lo dice más claro:

A ti, Pedro, te daré autoridad en el reino de Dios. Todas las cosas que tú prohíbas aquí en la tierra, desde el cielo Dios las prohibirá. Y las cosas que tú permitas, también Dios las permitirá.

A nosotros nos pasa lo que permitimos.

Algunos se preguntan en las tribulaciones "¿porque Dios permite estas cosas?". Error. Muchos creyentes se preguntan permanentemente cuando es que Dios los va a librar de su problema. Cuando va a:

¿Arreglar mi matrimonio?

¿Sacarme de la pobreza material?

¿Sacar a mi hijo de las drogas?

¿Transformar a mi esposo?

¿Darme la victoria en mi salud?

¿Desatarme del poder del alcohol?

¿Librarme de la pornografía?

La respuesta a todas esas inquietudes es muy sencilla: Cuando usted use su autoridad en Jesús y resista firme en la fe. No resistimos en lo natural. Solo utilizando con autoridad y convencimiento el nombre de Jesús y la autoridad que nos delegó sobre satanás y sus demonios, tendremos la victoria.

Las verdaderas preguntas deben ser:

ü  "¿Por qué no uso mi autoridad?"

ü  "¿Cuánto tiempo voy a permitirlo?".

Ahora bien; ¿Cuánto tiempo debemos pelear? Hasta que ganemos la batalla.

En ocasiones es una pelea de un solo round, y gloria a Dios, pero si toma dos o tres, debemos ser persistentes y darle duro al diablo para recordarle su derrota y su prohibición de meterse con un hijo de Dios, que está sellado o marcado como propiedad de Dios, por parte del Espíritu Santo.

Si toma quince rondas, no debemos rendirnos, sonreímos así estemos golpeados, no tiramos nunca la toalla sabiendo que si seguimos peleando ganaremos. Veamos un ejemplo de AUTORIDAD EN MEDIO DE LA TORMENTA

Hechos 27:23-25

Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, diciendo: Pablo, no temas; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo. Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho.

PABLO ORÓ y Dios le concedió, le dio la respuesta a lo que pidió, por medio de un Ángel.

Los ángeles ejecutan la palabra de Dios y nos transmiten Sus mensajes.

Pablo usó su autoridad en medio de la tormenta, para salvar su vida y la de la tripulación en el naufragio. En el momento en que Pablo usó su autoridad, desató el poder de un Ángel, el cual no apareció por suerte, vino porque Pablo oró y uso su autoridad. Lo desató.

ATAR Y DESATAR

ü  El verdadero desatar ángeles, es usar nuestra autoridad, hablar la palabra.

ü  Al mismo tiempo, este es el verdadero atar demonios.

ü  Entonces, en este sentido si podemos desatar ángeles, y atar demonios.

ü  Prohibimos las acciones del diablo y permitimos la obra de Dios por sus ángeles.

Dios desea que aprendamos acerca de Su autoridad, la cual nos delegó nuestro Señor Jesús para que actuemos en Su nombre, pues será para nuestra bendición y salvará las vidas de otros.

Usemos la autoridad delegada en el nombre de Jesús.

Bendiciones

Pablo José