LAS COMPRAS A LA MANERA DE DIOS
Hay
3 razones fundamentales por las cuales se debe ahorrar:
1.
Emergencias.
2.
Compras.
3.
Patrimonio.
Ahorrar: (de la raíz árabe ‘hur’ de donde viene Horro: Libre)
Ø
Guardar
como previsión para necesidades futuras.
Ø
Evitar
un gasto o consumo mayor.
Ø
Dar
libertad al esclavo o prisionero.
Hoy veremos en la palabra de Dios, el principio de ahorrar para poder comprar.
Compras
(1) La trampa del préstamo
§
Nuestras
compras deberían ser programadas.
§
Debemos
ahorrar para las compras en lugar de pedir prestado.
Proverbios 22:7; (…) El rico se enseñorea de los pobres, y
el que toma prestado es siervo del
que presta (…).
Proverbios 22:7 (NVI) Los ricos son los amos de los pobres;
los deudores son esclavos de sus
acreedores (…).
§
Bíblicamente,
cuando usted pide un préstamo, recibe una cadena.
§
Es
una forma de esclavitud, y Dios nos
advierte en contra de ella.
§
La
manera más fácil de caer en la red de las deudas es adelantándose a Dios, sin
esperar su provisión u orientación, para conseguir lo deseado sin endeudarnos.
§
Muchos
creen que deben tener todo en su propio tiempo, ya mismo, cuando lo desean,
y no en el tiempo de Dios (generación microondas).
§
Las
deudas son como arenas movedizas que lo terminarán ahogando.
§
Si
es casado, el perjudicado por las
deudas será su matrimonio.
Romanos
13:8; (…) No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque
el que ama al prójimo, ha cumplido la ley (…).
§
El
deseo de incrementar no es malo, Dios quiere fruto y multiplicación
Génesis 1:28; (…) Y los
bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y
multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los
peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven
sobre la tierra (…).
§
Sin
embargo, existe un tiempo para cada cosa.
Eclesiastés 3:1; (…)
Todo tiene su
tiempo, y todo lo que se quiere debajo
del cielo tiene su hora (…).
§
Crea
que Dios quiere prosperarlo, pero déjese guiar y espere el momento adecuado
para hacer ese gasto.
§
Prospere
en su alma y deje que Dios le incremente, no lo haga en sus fuerzas y a punta
de deudas, para sufrir después, pensando en cómo pagar las cuotas.
§
Buscamos
a Dios, el reino, su justicia y todo LO DEMÁS (las demás cosas), nos es añadido,
Mateo 6:33; (…) Mas buscad primeramente el
reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas (…).
(2)
El beneficio de ahorrar y luego comprar
§ Digamos que está buscando una
motocicleta que cuesta $7’000,000.
§ Le dicen que se la dejan a 2 años al
14% de interés (una tasa baja).
§ Su cuota fija es de $336,090.
§ Después de 2 años pago, $8’066,164.
§ Pagó de intereses $1.066.164
equivalente a un interés efectivo del 15,23%
§ Tuvo ese sobrecosto, por no haber
ahorrado para esa compra.
§ Si el plazo es más largo la cuota disminuye,
pero pierde más.
§ Si hubiera tenido la previsión de ahorrar
para comprar la moto, hace un esfuerzo con disciplina y ahorra esos $336,090 y
en poco tiempo compra la moto.
§ Adicionalmente, cuando uno compra en
efectivo, es más probable negociar un descuento.
§ Pudiera comprar en efectivo y no
pagar intereses.
§ Si no pidiera prestado ¿se da cuenta,
¿cuánto podría tener para otras cosas?
Ilustración: Los reyes almacenaban los materiales antes
de construir. David recogió todo el material para la construcción del templo,
aunque Salomón fue el encargado de edificarlo. 1 Crónicas 28:3,6,11-19. Salomón aprendió a ahorrar de su papá, se
hizo bodegas para almacenar y luego edificar su reino, 1 Reyes 9:17-19, 2 Crónicas 8:4-6. Igual hicieron Josafat y
Ezequías, 2 Crónicas 17:12; 32:27-29.
§
El
ahorro era la costumbre de los reyes del Antiguo Testamento.
§
Es
ejemplo para nosotros, pues somos reyes y sacerdotes. Veamos como nos ve y
describe nuestro Dios.
1 Pedro 2:9; (…) Mas vosotros
sois linaje escogido, real sacerdocio, nación
santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que
os llamó de las tinieblas a su luz admirable (…).
Apocalipsis 1:6; (…) y
nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos
de los siglos. Amén (…)
(3)
Lo único que se requiere para ahorrar, es disciplina
§ En ocasiones debemos limitar nuestros
gastos para poder ahorrar.
§ Si quiere mejorar su situación
financiera, ¡Deje de comprar por comprar!
§ Es una cuestión de disciplinarnos en
las finanzas. Veamos que nos dice papá Dios.
Hebreos
12:11; (…) Es verdad que ninguna disciplina al
presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que
en ella han sido ejercitados (…).
§ Una definición de la madurez es, posponer
el placer.
§ Los niños hacen lo que les gusta,
pero los adultos trazan un plan y lo siguen.
§ El crédito es un invento del banco
para aprovecharse de los indisciplinados que no son buenos con las matemáticas.
§ O aprende a controlar el dinero o la
falta de dinero siempre le controlará.
( 4)
Tarea concreta 2: Manténgase alejado del crédito.
§
“No
voy a volver a comprar a crédito”. ¿Puede hacer un compromiso así?
§
Si
se compromete a nunca más pedir prestado, su única opción para hacer compras es
esperar a tener primero los recursos para hacerlo.
§
Puede
orar y creer que Dios se los puede dar.
§
Él
es fiel para darle una bendición, en vez de una deuda.
Nota
del autor: Otra cosa en
endeudarse para una INVERSIÓN (como la casa o una maquinaria o equipo para
producción). Ahí funciona, para los financieros el concepto de EVA (Earning
Value Added). En ese caso, antes de tomar la decisión de tomar el crédito, se
analiza si el retorno (Utilidad) que produce el bien comprado a crédito, es superior
al costo financiero asumido. Si es así, se está GENERANDO VALOR y es buena
decisión endeudarse. En la compra de una vivienda, se analiza la futura valorización
de la inversión y el ahorro o capitalización que se hace, del valor que debería
pagarse por un arriendo mensual y se compara en el tiempo en años del crédito,
contra el valor pagado al banco. Siempre será mayor la capitalización lograda.
.
Concluimos
hoy que, el ahorro es un deseo de Dios para nuestras vidas y es fundamental para
evitar la esclavitud de una deuda con costo financiero, a no ser que la deuda se
use para una inversión más rentable que el costo financiero de asumirla.
Bendiciones
Pablo
José
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