CUIDADO CON LAS RAÍCES DE AMARGURA
Amargura = Sentimiento
de pena, aflicción o disgusto.
La raíz
de amargura no es tan solo una emoción.
Deuteronomio
29: 18-21
No sea que
haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Jehová
nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que
haya en medio de vosotros raíz que
produzca hiel y ajenjo, y suceda que al oír las palabras de esta
maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande
en la dureza de mi corazón, a fin de que con la embriaguez quite la sed.
No querrá
Jehová perdonarlo, sino que entonces humeará la ira de
Jehová y su celo sobre el tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición
escrita en este libro, y Jehová borrará su nombre de debajo del cielo; y lo apartará Jehová de todas las tribus de
Israel para mal, conforme a todas las maldiciones del pacto escrito en este
libro de la ley.
Acá
se le considera raíz de
amargura a todas aquellas personas que nos alejan de la presencia de Dios,
porque destilan HIEL y AJENJO por causa de sus amarguras.
Dios
nos llama a que seamos limpios de toda amargura, (producir hiel y ajenjo al NO
PERDONAR), pues podemos contaminar con dicha amargura a otras personas.
La
amargura en el corazón del hombre le abre puertas a a la maldad.
Dios
nos llama a que estemos limpios de corazón (sin amarguras, resentimientos,
odios, sin producir hiel y ajenjo) porque sin santidad nadie puede ver a
Dios y una falta de perdón puede traer serias consecuencias.
Es
por esto, que Dios nos aconseja que cuidemos nuestro corazón porque, si no lo
cuidamos y nos llenamos de resentimientos, tendremos amargura que PRODUCE hiel
y ajenjo, y como consecuencia tendremos
tropiezos en varias áreas de nuestra vida y nos llenaremos de
frustración.
Proverbios
4:20-23
Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones.
No se aparten de tus ojos; Guárdalas
en medio de tu corazón;
Porque
son vida a
los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo.
Sobre
toda cosa guardada, guarda tu
corazón; porque de él mana la vida.
Uno
de los peores errores que comete el ser humano es creer que puede conseguir la paz por sí mismo. Puede ser que sintamos
que nos va bien en el caminar diario, que aparentemente sabe a miel, pero es
momentáneo y, sin darnos cuenta, al no EXTIRPAR de tajo esa raíz de amargura
pidiéndole perdón a Dios por esos odios, resentimientos y falta de perdón, seguimos
alejándonos de Dios y SEPARADOS DE DIOS NADA PODEMOS HACER.
Juan 15:5
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva
mucho fruto; porque separados de mí
nada podéis hacer.
Debemos
tener cuidado de no tener relaciones con gente TERCA y DURA DE CORAZÓN que no
quiere vivir de una manera correcta (como lo manda nuestro DIOS), y que, por
sus raíces de amargura y falta de perdón, puede sacarnos del lugar donde conseguimos
la paz.
Dios
nos da la libertad de tomar decisiones. La pregunta que debemos hacernos
es:
Ante
las ofensas que nos han provocado, ante las heridas que nos han causado, ¿qué
decisiones hemos tomado? ¿Qué hemos decidido hacer? ¿Echarles la culpa a los
otros? ¿Seguir caminando toda la vida, sin tomar responsabilidades por nuestra
parte en esas discusiones, ofensas, odios y rencores? ¿Sin cumplir lo que nos
MANDA nuestros Dios, como es PERDONAR?
Mateo 18:21-22
Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que
peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús
le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
En Hebreos
12:15 Dios nos habla de que tengamos cuidado de no tener una raíz de
amargura que nos estorbe y seamos como Esaú, que vendió su primogenitura y,
aunque Dios lo perdonó, nunca gozó de las bendiciones de esa
primogenitura. Todo por tomar una mala decisión, en un momento de ira y dolor.
Veamos el contexto e esta escritura:
Hebreos 12:14-17
Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
Mirad
bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando
alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;
no
sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió
su primogenitura.
Porque
ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no
hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.
Hay
muchas decisiones que hemos tomado en el pasado con la cabeza hirviendo y
dejándonos llevar por nuestra emoción, que no podemos echar atrás, pero ¿qué
decisiones vamos a tomar hoy? ¿Vamos a seguir vendiendo nuestra herencia?
¿Vamos a seguir vendiendo el derecho a la paz y a la prosperidad en todos los
frentes, que tenemos en el día de hoy GRATIS como regalo de nuestro Señor por
creer en SU sacrifico voluntario en la cruz? ¿Vamos a seguir tomando malas
decisiones con la cabeza caliente, (que Dios perdona por su gracia), pero que
nos traerán difíciles consecuencias?
Reflexionemos,
analicemos bien las decisiones que vamos a tomar en el día de hoy, en esta
semana. Miremos muy bien qué decisiones vamos a tomar ante la presión que
sentimos por problemas económicos, ante el cansancio por no ver materializados
o retribuidos como se debe nuestros esfuerzos, como consecuencia de algún dolor
que alguien nos haya causado. Cuidado, no sigamos contaminando a los que
nos rodean, a nuestros hijos, a nuestros familiares. No sigamos
estorbando la gracia que Dios tiene para nosotros y estorbando el plan perfecto
de Dios nos tiene reservado.
Aunque
la mayoría de veces pensamos que nadie entiende nuestro dolor, hay
uno que sí entiende, que sufrió por nosotros, y se llama Jesús de Nazaret.
¿Qué hacemos nosotros ante ese dolor? ¿Nos echamos a la pena, a la
rezongadera, a quejarnos, a buscar culpables? ¿Nos echamos a morir? ¿Vivimos con
resentimientos, con angustia?
Todo
eso nos SEPARA de Dios y RECORDEMOS que lejos de Él, NADA podemos hacer. Nunca
viviremos mejor si estamos separados de Dios.
Por
eso, debemos tener cuidado con dejar germinar y crecer la raíz de amargura y
con aquellas personas que nos hacen creer que podemos lograr la paz sin
Dios.
Si se
siente cansado, cargado, frustrado por las malas decisiones que ha tomado y le
han acarreado consecuencias negativas, (yo sé de qué estoy hablando), hoy es un
buen día para que tome autoridad sobre todo pensamiento del pasado y se declare
libre de cualquier atadura.
Ataque
los pensamientos negativos con la palabra de Dios. Son esas acciones de
creer y esas palabras de confesión las que nos impulsan a llegar a un nuevo
nivel espiritual.
Bendiciones
Pablo José
Bendiciones. Muchas gracias
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