A raíz de la pandemia del COVID, que ya llegó a mi
familia con el ataque del diablo a una de mis hermanas menores, el Señor puso
en mi corazón que compartiera este versículo, el cual es el fundamento con el
cual Dios le dio a mi pastor (mi hijo Pablo Enrique), la visión de mi iglesia
“Diestra de Justicia”.
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios
que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la
diestra de mi justicia” (Isaías 41:10).
El
miedo muchas veces es un indicador de peligro, pero, si lo pensamos bien, casi siempre esos miedos que nos atacan no
tienen un fundamento racional. Se generan por situaciones que CREEMOS nos van
a suceder (en el caso de mi hermana, se va a morir) y por eso se vuelven un
obstáculo que nos impide actuar en Fe a la manera de Dios, confiados
en Su palabra, de que, si creemos y ejercemos nuestra autoridad espiritual, se
levanta de esa cama re sana y glorificará a Dios. Por eso, encontramos 51
veces en la Biblia Reina Valera, la palabra NO TEMAS y seguidamente el
recordatorio de que nuestro Dios está con cada uno de nosotros, si lo invocamos.
Cada día debemos analizar cuál es el
temor que nos embarga. ¿De perder un amor? ¿Una amistad? ¿Un trabajo? ¿La
salud? ¿La vida? ¿La casa? ¿La
libertad? ¿De no tener ingresos? ¿De no poder pagar las cuentas?
Sin importar de que tengamos miedo hoy,
hay una cosa segura. DIOS no nos deja solos ante ese temor.
Isaías 54:17 nos recuerda: (…) Pero en aquel día venidero, ningún arma que te ataque
triunfará. Silenciarás cuanta
voz se levante para acusarte. Estos beneficios los disfrutan los siervos
del Señor; yo seré quien los reivindique. ¡Yo, el SEÑOR, ¡he
hablado! (…)
En Su Palabra, Dios NO nos dice que no habrá armas que se levanten
contra nosotros sus hijos.
¡lo que dice es que ninguna de ellas que nos
ataque será efectiva contra nosotros!
Entre esas armas que el enemigo forja contra nosotros se
encuentra el miedo, pero este pierde todo su poder sobre nosotros,
desde el momento en el que decidimos poner toda nuestra confianza en el
Señor.
Es cierto que tener confianza
en Dios a veces nos cuesta, sobre todo cuando estamos atravesando un pésimo
momento en nuestras vidas, y con pésimos reportes sin aparente solución
humana, pero, si lo hacemos, se nos va el temor y la ansiedad.Si en estos
momentos estamos pasando una dolorosa o muy difícil situación, lo invito a
que declare conmigo, creyéndola de corazón, esta oración:
ü
¡Esta situación no se prolongará en el tiempo!
ü ¡No
me vencerá!
ü ¡No
tendrá ningún poder sobre mi alma!
ü ¡No
me llenará de miedo!
Jesús vino al mundo para estar a nuestro
lado y rodearnos con Su amor. ¡No estamos nunca solos!
¡No tengamos miedo, el que
sostiene el Universo nos SOSTIENE CON LA DIESTRA DE SU JUSTICIA, pelea para
nosotros, y ya ha vencido!
Creo y declaro en este día que ya
tengo la victoria sobre cualquier tipo de miedo que quiera venir a mi vida,
en el Nombre de Jesús.
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