MEDITACIÓN CRISTIANA:

Es una relación con la palabra de Dios.

Es hablarla con uno mismo, murmurarla, reflexionarla, estudiarla, masticarla, pensarla, rumiarla, pensarla profundamente, analizarla, concebirla, soñarla, idearla en acción.

 



Nunca es sentarse en el piso con las piernas cruzadas emitiendo algún sonido y vaciando la mente.

 

Si usted sabe cómo preocuparse o sentirse ofendido por algo, entonces usted sabe meditar, pero negativamente. En esos casos se pone a pensar sobre lo que le está sucediendo, especula sobre lo que le puede sobrevenir y como resultado, la preocupación le afecta sus pensamientos, sus emociones y su cuerpo, de manera negativa.

 

El rey David dominó el arte de meditar y en el Salmo 1 describe el deleite y las bendiciones que obtenemos al meditar con disciplina la palabra de nuestro Dios:

  

Salmos 1: 1-3 (…) Bienaventurado el hombre que no anda según el consejo de los impíos ni se detiene en el camino de los pecadores ni se sienta en la silla de los burladores.

Más bien, en la ley del SEÑOR está su delicia, y en ella medita de día y de noche.

Será como un árbol plantado junto a corrientes de aguas que da su fruto a su tiempo

y su hoja no cae. Todo lo que hace prosperará (…).

 

La palabra hebrea para meditar es “ Hagah”, que significa:

Ejercicio mental consistente en repetir silenciosamente las escrituras, con un sonido suave tipo zumbido, mientras se abandonan repentinamente todas las distracciones externas.

 

La meditación se puede comparar con la ADECUADA alimentación. Los médicos y nutricionistas dicen que debemos masticar 32 veces los bocados de comida, antes de pasarlos. De la misma manera, la palabra de Dios debe “comerse” despacio, para que alimente el espíritu y renueve nuestra mente.

    

Mateo 4:4, (…) No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (…)

 

Solo la comida que entra a la boca y empieza ser digerida, es la que alimenta. De la misma manera usted debe leer (ver), pensar(meditar) y HABLAR (ingerir, pasar o tragar) la palabra de Dios, para que alimente y haga crecer su Fe en su espíritu.

 

Recordemos el fundamento del éxito de la mayoría de los judíos, quienes tienen esta cita como su base de meditación:

 

Josué 1:8; (…) Nunca se aparte de tu boca este libro de la Ley; más bien, medita en él de día y de noche, para que guardes y cumplas todo lo que está escrito en él. Así tendrás éxito y todo te saldrá bien (…)

 

Es fácil, es gratis y funciona. Mi deseo es que el estudio y la  meditación de la palabra de Dios, sea uno de los propósitos de este año en su vida cristiana. Que el Espíritu Santo  le  de el deneudo para meditar las escrituras con énfasis en las epístolas del nuevo testamento.

 

Bendiciones y muy bendecido año 2022

 

Pablo José

 

 

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