TENEMOS UN CONSOLADOR - UN AYUDADOR
El regalo más importante que nos dejó Jesús después de su muerte y ascensión al cielo, fue la presencia permanente del Espíritu Santo, para que fuera nuestro ayudador, consejero y consolador, en todo momento, y en especial cuando atravesamos circunstancias como las que vivimos hoy. Juan14:26; versión Lenguaje sencillo: (…) El Espíritu Santo vendrá y los ayudará , porque el Padre lo enviará para tomar mi lugar. El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que les he enseñado (…). Versión Reina Valera 1960; (…) Más el Consolador , el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho (…). Jesús fue en su ministerio terrenal. “El Consuelo de Israel”. Cuando él estuvo en la tierra era el consuelo de todo el que tuviera el privilegio de acompañarlo. Nos imaginamos como corrían a Él sus discípulos a contarle sus angustias y como el Maestro les consolaba ...